Enero, 31. Santa Eugenia

 

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SOCIEDAD / Tradiciones

El que a Santa Eugenia va y allá duerme; un mes va y en otro viene

La histórica cofradía de las capaspardas de Paradilla honró a su patrona

MAURICIO PEÑA

F. Fernández / Paradilla

http://www.lacronicadeleon.es/2013/02/01/vivir/el-que-a-santa-eugenia-va-y-alla-duerme-un-mes-va-y-en-otro-viene-173783.htm

La Sobarriba, esa tierra tan lejana a escasos metros de la capital, es un reducto de nuestras tradiciones y una caja de sorpresas. Por ejemplo, si ayer llegas a Paradilla de la Sobarriba te puedes encontrar al pueblo celebrando una tradición centenario, como cada año el 31 de enero, la fiesta de Santa Eugenia que conmemora la histórica Cofradía de las CapasPardas de esta localidad.
No es un regalo lo de ‘histórica’ pues esta agrupación tiene su origen muy antiguo, de 1647 es la ‘Regla constituciones y ordenanzas que los cofrades de Señor San Pedro, Santa Eugenia y Consortes’. Unos estatutos tan ejemplares como cargados de actualidad, en los que se escribe que los ‘cofrades y cofradas’deben prestar “colaboración de hermandad entre los propios cofrades y sus familiares, asistiéndose en sus necesidades materiales y espirituales, dando solemnidad a sus funerales y sufragando misas a lo largo del año por el eterno descanso de sus almas. Ejercer la caridad y ayudar económicamente a los necesitados”. Y añadían aquellas viejas ordenanzas que “para poder entrar a formar parte de esta cofradía se ha de tener mas de 18 años y como acto simbólico invitar a una merienda a los miembros de la misma”.
Pues ayer mismo, día de Santa Eugenia, estaban casi todos loscofrades que en la actualidad lo son de esta Hermandad, quince, celebrando su fiesta. “Es muy antigua, mucho, de cientos de años”, dice la hija del más veterano de los miembros de las ‘Capas Pardas’ mientras lo prepara para acudir a la misa y procesión. “Gaudencio, que así se llama, cumplió cien años hace unos días y no hay quien le quite de ir a Santa Eugenia”.
Allí estaban con las capas que le dan nombre a la Cofradía, aunque en los años del siglo XX dejaron de ser pardas y ya son negras, perdiendo una peculiaridad que los hacía aún más únicos aunque también cumplen con lo estipulado para la vestimenta. “Pantalón y chaleco de color oscuro, camisa blanca, sombrero negro de ala ancha y larga capa parda de estameña”.
El pueblo es pequeño, pocos más de cien viven allí, pero la fiesta es grande y el espíritu de las gentes muy acorde a aquel ideario fundacional. “¿Retrataste bien la procesión? Que nos ponemos otra vez y la hacemos, santa Eugenia no es enfadadiza, después de lo que le hizo el Emperador Valeriano aquel no se va a asustar ahora”, bromean recordando que esta santa fue mártir en la época citada.
Ha pervivido en el tiempo esta Cofradía que mantiene su abad, el secretario y, como no, al de las perras. Mantienen los números con dignidad pues a mediadosel siglo XX eran más de 40 los cofrades y todavía superan los diez en estos tiempos de despoblación. Mantienen el entusiasmo, tal vez representado en el centenario Gaudencio y las ganas de fiesta, que podría tener como ejemplar destacado a Pepín, que no deja de ofrecer la bota, seguramente con la intención de que se haga realidad aquel viejo refrán pensado para esta fiesta de la santa del 31 de enero: “El que a Santa Eugenia va y allá duerme… en un mes va y en otro viene”.
¡Qué gentes estas de La Soba! Y que estén tan olvidados

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Reportaje | Sin perder el hilo de la tradición |

Capas largas y honestas

La Cofradía de Santa Eugenia de Paradilla de la Sobarriba celebró ayer la fiesta de su patrona con la mirada puesta en el futuro y estudiando dos solicitudes de admisión

  • Los actuales cofrades con sus capas, que anteriormente eran pardas, más propiamente leonesas - A. BARREÑADA
    Los actuales cofrades con sus capas, que anteriormente eran pardas, más propiamente leonesas – A. BARREÑADA

Antonio Barreñada Antonio Barreñada 01/02/2009

león  http://www.diariodeleon.es/noticias/cultura/capas-largas-honestas_432132.html

La Cofradía de Paradilla, la de las «capas pardas», la de Santa Eugenia, es una excepcional entidad que conserva, a la par que su patrimonio de bienes tangibles, el más precioso de una tradición que sí tiene memoria. El último día de enero celebra la festividad de su patrona, precedido de las Vísperas a las que, de nuevo, han asistido los hermanos de la Noble Cofradía.

«Paradilla de la Sobarriba es un lugar de escaso vecindario, en el concejo de Valdefresno, riberas del Porma, tierra de León, a dos leguas escasas de la capital, en un paisaje que, por prodigio de una luz inimitable, es sobrio y es ameno», describía Mariano D. Berrueta en un pequeño libro de 1944, álbum de preciosas «estampas de aldea»: De la Tierra de León, Linajes de Aldea: La Noble Cofradía de Paradilla .

Santa Eugenia, mártir romana bajo el imperio y persecución de Valeriano, ha sido venerada en las liturgias romana, galaica y mozárabe. Una antigua ermita a ella dedicada se alzaba al sur de Paradilla, a pie de la Cañada Real, en término de Los Ajos, que históricamente se identificara como Villa Gatón . En la zona conserva la cofradía algunas de sus propiedades.

El gran normalizador de los asuntos religiosos de su diócesis legionense que fue el obispo Bartolomé Santos de Risoba -”el mismo que aprobó también las Ordenanzas del Voto de la Sobarriba-” confirmaba en 1647 la «Regla constituciones y ordenanzas que los cofrades de Señor San Pedro, Santa Eugenia y Consortes» están obligados a cumplir. Tal y como consta en dichas constituciones, están son reescritura de la «Regla Antigua», en cuyo articulado se da cuenta, notablemente, de la pertenencia a la misma de cofrades y «cofradas», que habían de ser, originalmente, naturales de Paradilla o de los lugares en un entorno de tres cuartos de legua. Treinta y seis hermanos la integraban en 1944, según recogía el cronista provincial. Doce son hoy, presididos por el abad José López Ferrero, acompañado de los otros oficios -”secretario, administrador, avisador-¦-”. En su cabildo considerarán la admisión de dos nuevos cofrades que así lo han solicitado, renovando, manteniendo viva la antigua tradición con más fortuna que la que tuvieron otras «compañías» del entorno inmediato (la de los Mártires de Villaseca, San Martín de Navafría o la del Aniversario de Villacete).

Hombres graves y callados -”decía Berrueta-” «peregrinos de un día de primavera», en la fiesta de San Isidoro, en el Voto secular a Santa María del Camino, la Señora de la tierra leonesa, los hombres de las capas largas y las caras serias, que escuchan con sonrisa complacida el cántico casi litúrgico de las mozas del lugar en el «ramo» que alude a la «noble Cofradía». «Todo lo merecen estos aldeanos que ocultan en las capas largas el oro viejo del vivir honesto-¦».